Hace algunos años, un grupo de investigadores norteamericanos descubrió que en lóbulo frontal del cerebro la representación de las segundas lenguas, las que se adquieren tardíamente, esta separada, es decir, es un lugar diferente de las representación de las lenguas nativas o maternas. Sin embargo, cuando las diferentes lenguas se adquieren a la vez y tempranamente, ambas suelen ubicarse en áreas comunes de lóbulo central Como esas áreas del cerebro son propias del lenguaje hablado y no de su comprensión, la diferente ubicación cerebral puede explicar por qué los bilingües tardíos siempre son reconocidos como tales, pues nunca, por mucho que practiquen, llegan a expresarse verbalmente como nativos en sus segundas lenguas.